Dashuria o Cassinev?

La lagrima que recorrió la mejilla de Solitude hasta toparse con sus jeans y ser absorbida por la mezclilla, fue perseguida por todo un mar de llanto. La música que se escuchaba en el ordenador, eran puntos en contra de el intento de contener la expresión física de sus emociones.

"lo que fue… lo que es… lo que será…" la frase que rebotaba en su cajón de pensamientos, ahora convertido en cementerio de ilusiones, rodeado con cabello negro y una cinta elástica azul que lo mantenía junto.

Lo que fue…

Lo que había pasado entre ella y él.

El más preciado tesoro que le concedía la vida cada mañana, y que le susurraba melodías al oído, que luego eran interpretadas en historias de amor eterno, de dulce compañía, y de felicidad.

Los labios de poca cortesía que se acercaban a su cuello a besarla tiernamente. Los ojos deambulantes de su cadera hasta sus hombros. Las manos temerosas que se paseaban por su espalda.

Habían sido la droga y analgésico de Solitude en épocas de melancolía, de tristeza y de necesidad. Droga que no estaba disponible en ninguna farmacia para ella en esos instantes, y que la obligaría a pasar de las risas y las miradas coquetas, a las gotas de agua salada que bajaban por su rostro y la debilidad que la forzaba a quedarse en cama.

Lo que es…

Es una musa de corazón roto, que ahora se extiende mirando al cielo, pensando en versos de amor. Es un corazón que ha llorado por querer con locura y pasión, y que ha resultado dañado gracias a la sinceridad completamente clara y desinteresada. Es un cuaderno lleno de rayones puesto que cualquier verso que se ha intentado escribir con temas románticos, se han convertido todos y cada uno de ellos en palabras que divagan entre la rabia y la tristeza.

Lo que será…

Será una pastilla salida de un frasco obscuro y sin etiqueta. Será una llamada a los números de emergencia después de que esa pastilla haya cruzado sus labios, y ella se haya arrepentido de su decisión. Serán lágrimas contenidas en papeles mojados. Será maquillaje corrido por sus parpados. Serán preguntas y lamentos que solo eso será. Serán las marcas en sus brazos tapadas por su ropa. Será el último susurro. Será su último aliento.

Nadie estará ahí para apagar el ordenador.