Dashuria o Cassinev?

¿Extrañas el sol?
¿Extrañas ver el atardecer?
¿Extrañas que sus cálidos rayos acaricien tu rostro en las mañanas?

¿Por qué las nubes se apoderan de nuestro cielo? Me impiden platicar con la luna y las estrellas. ¿Por qué opacan mis días? ¿Por qué enfrían mis noches?

Las sombras avanzan sin pedir permiso. Encierran en obscuridad cada flama encendida. El silencio que habitaba la soledad volvió a aparecer y ha hecho otra parada en mi ventana. No tengo ni la luna ni el sol para pedir consejos. La distancia me impide correr así que no puedo huir. Me invento sueños, me escondo temores, ignoro el tiempo, reduzco el espacio, repaso errores, y omito sonido. Me muevo lentamente para no levantar sospechas mientras me pierdo de nuevo. – Pero ya estas perdida… – Entonces solo me queda encontrarme…