Estaba sentada en mi cama, pensando en lo que había pasado hace ya vario tiempo, no era uno de los recuerdos más agradables que tenia, pero uno de los que más seguido regresaban a mi cabeza. Mire al buro en el cual tengo un reloj que proyecta la luz en la pared cuando es de noche, me fije que pasaban de las 2:00 am, así que cambie de posición y abrace mi almohada mientras recordaba y luego me quede dormida.
Al siguiente día me desperté abrazando a la almohada todavía, mire otra vez mi buro, y eran las 7:00, y para ser fin de semana, no había pensado mucho en qué hacer para divertirme, solo pensé en ese recuerdo. Cuando me levante de la cama, note que el suelo estaba frio, cosa que me resulto un tanto rara porque todavía no era invierno, y la noche no había sido fresca.
Al abrir mi closet, para elegir mi ropa, vi algo extraño, era una bola de cristal, que tenía un pequeño dibujo en el centro, y abajo tenía un nombre. No me pareció que pesara mucho, así que la baje, y empecé a jugar con ella, era linda.
La hice rodar por todo el suelo, porque me gustaba el sonido que hacía, pero me fije, que tenía algo escrito debajo del nombre “Frágil”, así que la tome en mis manos, pues no quería que se dañara, pero seguí pasándola por la almohada, y me la pasaba de mano a mano.
Vino a mi imaginación lo que podía pasar si se me caía, así que deje de jugar con ella, pero la seguía sosteniendo. Me puse a buscar algo en que ponerla, pues quería localizarla en mi buro, para verla cada mañana y de manera que con la luz del sol se reflejara un arcoíris en la puerta.
Cuando encontré en donde ponerla, me acerque a la mesita de noche, y cuando la iba a poner, en el mínimo descuido, se me callo y se rompió. No sabía qué hacer, pues se había roto en mil pedazos. No tuve más remedio que recoger los trozos, aun cuando estos hacían pequeñas heridas en mis dedos. Una lagrima bajo por mis mejillas hasta saltar y caer en los restos de la bola de cristal.
Así me sentí
Para ser un nosotros
Hace 2 días
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