Dashuria o Cassinev?

- No lo sabía –

- Y ahora que lo sabes, que piensas –

-Pienso en ti –

- Ahora dime qué piensas de mí –

– Pienso… pienso que no importa cuán lejos este, siempre pensaras en mi. Pienso que piensas que yo no lo hare.

No me importa que no seas el mejor parecido, te quiero por lo que eres, y ¿Qué eres? La manera con la que juegas con tus manos, la forma en la que caminas con las manos en los bolsillos, lo ordenado de tu persona, la bondad que a veces aflora por la más mínima pequeñez, la serenidad con la que me hablas, la mirada de la cual me cuesta adivinar la dirección.

Tu discreción, y la manera en la que humildemente me dices que no importa la tontería y media que haga, no resulta molesto para ti.

Te conozco desde hace muy poco, y te quiero tanto. Te quiero tanto que lo escondo más que el resto de mis sentimientos, por miedo a tu reacción al enterarte de lo que pienso de ti.

Valoro tanto lo que he logrado contigo, que me da pavor perderlo, y no quiero que se termine.

Pienso que no te pasa por la mente, que eres el culpable de mis lágrimas desde hace varias noches, y fueron esas "palabras" las que causaron el rompimiento de mi compostura, y que gracias a ti, caen lentamente sobre mis mejillas hasta ser absorbidas por algún pañuelo.

Pienso que nunca me has visto mirándote, siempre estás haciendo algo, y eso impide que voltees y veas que me quedo boquiabierta observándote. –

– ¿Me quieres? –

– Si, ¿Me quieres? –

– Si–